Binyamin Zeev Herzl, el visionario del Estado judío, a lo largo de su vida, no rindió homenaje post-mortem a muchas personas en el escenario del Congreso Sionista. El hecho de que dedicara un homenaje a la memora de Tzvi Hermann Schapira, quien había fallecido poco antes del Segundo Congreso Sionista, fue sin duda un suceso particularmente dramático.
¿Qué fue lo que convirtió a Tzvi Hermann Schapira en una figura tan dramática en el curso del Sionismo?
Tzvi Hermann Schapira fue quien inició, propulsó y llevó a la práctica el gran proyecto llamado el KKL – el Keren Kayemet Leisrael (JNF), el Fondo Nacional Judío. Schapira fue quien determinó el carácter y los objetivos de dicho fondo. Su principal propuesta era recaudar dinero de cada judío del mundo para establecer un fondo judío general. Dos tercios de esas recaudaciones estarían dedicados a un fondo para tierras y el otro tercio dedicado a la preservación de las mismas. Los principios de ese fondo estipulaban que las tierras adquiridas permanecerían bajo su autoridad y no sería posible venderlas a un judío privado.
Schapira nació y se educó en varios países europeos. Era un hombre muy culto, y además de su ordenación como rabino, realizó varios títulos a una edad muy joven. Sin embargo, Tzvi Hermann Schapira no se conformó con el honor que había recibido en universidades europeas y actuó durante décadas para impulsar hacia adelante al sionismo, incluso en tiempos en los cuales casi nadie apoyaba esta vía.
Gracias al firme impulso de Tzvi, fue posible comprar tierras en Eretz Israel. Hasta entonces, la mayoría de los judíos que habían llegado en aliá a la tierra de Israel, eran pobres inmigrantes que no tenían la capacidad económica de adquirir tierras. La comunidad judía en la Tierra de Israel de entonces (conocida como el Ishuv) quería crecer y desarrollarse, pero no tenía la posibilidad de hacerlo. Con la idea de establecer el Keren Kayemet Leisrael, Tzvi Hermann Schapira llevó adelante la iniciativa de recaudar dinero de los judíos de todo el mundo y creó un fondo público para la compra de las tierras. Esta iniciativa fue reconocida en todas las comunidades judías del mundo a través de la llamada “alcancía azul”. Dicha “alcancía azul” (o “pushke”, “kupá kjulá”, entre otros nombres) era el nombre con el que se conocía la alcancía para recaudar fondos para el Keren Kayemet Leisrael. Dichas alcancías servían también como medio práctico para recaudar fondos y una herramienta educativa para transmitir la ideología sionista. Dicha alcancía azul era y sigue siendo un símbolo de marca del Keren Kayemet Leisrael y del sionismo.
Schapira, quien como señalamos anteriormente, era muy culto, impulsó asimismo varias iniciativas para la difusión de la lengua y la literatura hebrea entre los judíos de todo el mundo. Además, actuó para que fuera posible llevar adelante el establecimiento de la Universidad Hebrea de Jerusalén, la que hasta el día de hoy es considerada como una de las universidades más importantes y renombradas del mundo.
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